viernes, 24 de mayo de 2019

¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO CON LAS RELACIONES DE PAREJA?


¿Qué está sucediendo con las relaciones de pareja?


José González. Psicólogo y terapeuta de orientación junguiana. 

Desde hace aproximadamente cuatro años estoy dedicado casi en exclusiva a la investigación de las personas con trastornos de la personalidad. En especial, llegan a mi consulta personas, tanto mujeres como hombres, inmersas en relaciones de pareja completamente disfuncionales. La guerra de sexos, que tan presente está en el ámbito público, en donde se lanzan mensajes de demonización a la masculinidad, vinculándola de inmediato con la violencia de género, es un signo de un problema mucho más profundo que observo en la psique de las personas que llegan a mi consulta.

Frente a esta demonización de la masculinidad encontramos un ensalzamiento de lo femenino. Todo lo malo procede de la masculinidad, todo lo bueno de la feminidad, parece ser la consigna colectiva. Y las sombras que le son propias a lo femenino tienden a ser ocultadas o rechazadas del modo más descarado, como pone de manifiesto la respuesta de los críticos (y de los fans) al final de la exitosa serie "Juego de Tronos" (Games of Thrones).

El "negocio" de las aplicaciones de contactos, como tinder, badoo, meetic o follamigos, de un lado, y las redes sociales como facebook o instagram, del otro, favorece un tipo de contacto de carácter narcisista. De hecho, estos son los medios favoritos, casi podríamos decir que el hábitat predilecto, de personalidades narcisistas, psicopáticas y límite. Un lugar virtual en el que poder triangular con varias personas a la vez, hallar el combustible o suplemento adecuado de cada una de sus presas, al tiempo que les permite no comprometerse con nadie: el clásico modus operandi de las personas con rasgos narcisistas.

No solo las personas con trastornos de la personalidad del clúster b (grupo b: dramáticos, emocionales o erráticos) se sienten como en casa en estos medios cibernéticos; también los asesinos en serie, y los psicópatas, encuentran un medio adecuado para estudiar a sus futuras presas. Y esto convierte a las redes sociales en un lugar francamente peligroso, especialmente para personas ingenuas y, sobre todo, para los jóvenes desorientados.

Además de estos medios virtuales de contacto, la industria de la pornografía está en expansión e internet se ha convertido en un hervidero de consumo parafílico. Por supuesto, la prostitución es una industria que también se encuentra en expansión, en sus múltiples modalidades: desde mujeres casadas que se prostituyen por dinero, a personas que follan sin retribución económica, más allá de una invitación a una cena y una bonita velada, pasando por la prostitución de lujo con mujeres (y/o con hombres) de alto nivel cultural.

El efecto que esta realidad actual está teniendo en el modo en el que se abordan las relaciones de pareja está siendo nefasto: se respira un ambiente "paranoico", en el que las personas sin trastornos se han vuelto muy desconfiadas, recelosas ante la idea de iniciar una relación siguiendo los dictados de su corazón, por miedo a que abusen de ellas, a ser explotadas y maltratadas. El amor parece tornarse en un juego de poder. Dudan una y mil veces cuando conocen a una persona con la que podrían iniciar un camino conjunto: ¿será sincero conmigo? ¿qué otras/os candidatos tendrá para elegir? ¿es la persona adecuada para una relación a largo plazo? ¿se siente atraído/a por mí sexualmente? ¿me atrae él a mí? ¿será un/a mentiroso/a o un manipulador/a? En definitiva, reina un ambiente de suspicacia, de desconfianza y de sospecha que se está extendiendo por todo el planeta.

Ante semejante panorama muchas personas están optando por eludir cualquier relación de pareja en la que los sentimientos de amor auténticos estén asociados al placer y la sexualidad compartidos. Las relaciones basadas en el amor sufren, por tanto, una recesión, lo que podría estar asociado con el vertiginoso auge de las plataformas y aplicaciones de contactos esporádicos.  

Otra posible respuesta ante esta situación colectiva es aquella por la que han optado algunas personas: volcarse en la profesión. Cuanto más tiempo dedican a la profesión, tanto menos tiempo tienen para pensar ni siquiera en tener una relación de pareja. El celibato es otra respuesta posible, que puede ir de la mano de la anterior, pero que también puede surgir sin necesidad de dedicar casi toda la energía y el tiempo a la profesión. Todo dependerá de la disposición psicológica de las diferentes personalidades.

Y ante todo esto, surge la siguiente pregunta: ¿cuál es la actitud adecuada para encontrar el amor en la pareja? Les dejo con esta cuestión para que reflexionen.



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