Como anuncié en una entrada anterior, el pasado viernes, 10 de junio del 2011, acudí a la caseta 223 de la editorial Entrelíneas Editores, en la Feria del Libro de Madrid, para firmar ejemplares de mi última novela histórica, La Hermandad de los Iniciados. Estuve desde las 20:00 hasta las 21:30 horas, acompañado por otros escritores noveles convocados por la editorial. Aunque la estancia no fue, desde un punto de vista comercial, tan fructífera como nos hubiese gustado, pasé un rato muy agradable. Especialmente gratificante fue la anécdota que María Eugenia González, esposa del editor, Carmelo Segura, me contó mientras permanecíamos en la caseta firmando. María Eugenia me dijo que un lector había llamado a la editorial, que casualmente ella había respondido a esa llamada, y que le expresó su deseo de felicitarme, porque había disfrutado de la lectura de mi libro, argumentando que era un asiduo lector de los temas que trato en la novela, y que La Hermandad de los Iniciados le había parecido un libro de gran calidad y muy bien documentado. Acto seguido, María Eugenia me dijo, confidencialmente, que mi libro es, para los editores, un libro de una calidad excepcional y que, tal vez, por ese motivo, tiene un público muy concreto. Claro, estos comentarios me dieron aliento para seguir trabajando, investigando y depurando mi estilo, de cara a futuras publicaciones.
Después de decirme esto, apareció por allí una persona, cuyo nombre prefiero no desvelar por respeto a su intimidad, que venía expresamente a comprar La Hermandad de los Iniciados, para que se lo dedicara y firmara y, de paso, para poder conocernos en persona. Este lector, a quien agradezco su deferencia, me dijo que ya disponía de mi anterior libro, El retorno al Paraíso Perdido, que le había gustado mucho y que le había servido, si mal no recuerdo, como referencia a su tesis doctoral. Entonces, le comenté que, además del libro al que hacía mención, había escrito otro, en el año 2007, titulado Encuentros en la oscuridad, y que, en cierto modo, preparaba el terreno a La Hermandad de los Iniciados. Después de dedicar y firmar este ejemplar, estuvimos charlando unos minutos, antes de que se marchara.
Después de decirme esto, apareció por allí una persona, cuyo nombre prefiero no desvelar por respeto a su intimidad, que venía expresamente a comprar La Hermandad de los Iniciados, para que se lo dedicara y firmara y, de paso, para poder conocernos en persona. Este lector, a quien agradezco su deferencia, me dijo que ya disponía de mi anterior libro, El retorno al Paraíso Perdido, que le había gustado mucho y que le había servido, si mal no recuerdo, como referencia a su tesis doctoral. Entonces, le comenté que, además del libro al que hacía mención, había escrito otro, en el año 2007, titulado Encuentros en la oscuridad, y que, en cierto modo, preparaba el terreno a La Hermandad de los Iniciados. Después de dedicar y firmar este ejemplar, estuvimos charlando unos minutos, antes de que se marchara.
Finalmente, tras despedirme, tanto del resto de escritores, como de los editores, nos retiramos, mi actual pareja y prologuista del libro, Maribel Rodríguez, psiquiatra y psicoterapeuta, y un servidor.