EL PSICÓPATA EN LA EMPRESA.
Segunda Parte.
José González
Psicólogo y terapeuta de orientación
junguiana.
En
la primera parte de este artículo publicado en Psicología Profunda y
Espiritualidad describimos el modus operandi de un psicópata en una organización.
Vimos que el psicópata evalúa y estudia a los diferentes actores buscando cómo
le pueden ser útiles, para convertirlos en sus seguidores, y escudriña para
buscar sus puntos débiles para aprovecharse de ellos de cara a manipular,
engañar, provocar enfrentamientos y deshacerse de aquellas personas que
finalmente descubren su perverso juego de poder.
No
obstante, el efecto que provoca entre las distintas personas y departamentos
con los que se relaciona es diferente. Podemos clasificar a los distintos
actores dentro de la trama orquestada y protagonizada por un psicópata del
siguiente modo (Garrido, 2016):
·
Los seguidores: Se trata del grupo de personas que se
pondrán del lado del psicópata. Dentro de este grupo encontraremos a su vez a
dos subtipos diferentes de personas.
o
El primer subtipo es el de los patronos, protectores o facilitadores
y está conformado por aquellas personas que se encuentran en lo alto de la
cadena de mando y que suelen tener un trato ocasional con el/la psicópata. La
función que cumplen es especialmente importante para el/la psicópata dado que
son quienes le respaldarán y protegerán contra los ataques de los otros
miembros de la organización. Habitualmente tienen una concepción muy positiva
del/la psicópata, han sido embaucados y engañados convenientemente por este/a,
mostrándose frente a ellos como una persona capaz y con iniciativa, por lo que
consideran que es el principal responsable de los avances y éxitos conseguidos
en el departamento del que forma parte. De ahí que tengan un especial interés
en mantener al psicópata y, llegado el caso, en promocionarlo a puestos de
mayor responsabilidad y poder. En ocasiones, la propia dinámica organizacional
favorece la proliferación y/o perpetuación de psicópatas en la empresa, algo
que tiende a suceder cuando el ambiente y/o la cultura empresarial son
psicopáticas: se premia el rápido ascenso, la ganancia a corto plazo, se
silencian las actuaciones inmorales y se castiga a las personas que ponen de
manifiesto los abusos, el acoso y la violencia psicológica y/o física.
o
El
segundo subtipo está conformado por peones
y monos voladores. Este subtipo le es
muy útil al psicópata por el poder que pueden llegar a tener en momentos
críticos para la supervivencia o aumento de prestigio y protagonismo de aquel. Los
peones son un grupo de apoyo
conformado por empleados de igual categoría o de un nivel inferior en la
jerarquía de poder con los que el/la psicópata tiene un trato habitual. Estos
son relativamente fáciles de manipular por las características de personalidad
que pueden presentar: personas muy ingenuas, con poca formación, habitualmente
menos inteligentes que el psicópata y muy fácilmente manipulables. El psicópata
los utiliza para influir sobre las actitudes y opiniones de otros empleados,
así como para distorsionar la comunicación y el funcionamiento del departamento
en beneficio propio. Dentro del subgrupo de peones hallamos también a personas
que, a pesar de haber sufrido el juego manipulativo del psicópata, y a veces
incluso sabiendo que están frente a una persona malvada que les ha perjudicado,
actúan como facilitadores del daño a terceras personas. Habitualmente se trata de
personas inseguras y temerosas de perder su puesto de trabajo, que llevan
muchos años en la misma empresa y han decidido "no pringarse por
nadie". Esta facilitación del daño puede producirse bien porque le sirve
voluntariamente de informador al psicópata sobre asuntos personales o
profesionales de terceras personas a sabiendas de que la información que
proporcione va a ser tergiversada por el psicópata para perjudicar a otra/s
personas; bien por miedo a que el psicópata "la tome con él/ella" prefiere
ser cómplice en el perjuicio de otra u otras personas; bien porque omite decir
la verdad a sus superiores sobre las artimañas manipulativas del psicópata
cuando estos le preguntan para averiguar la verdad de lo sucedido con alguno/os
de sus compañeros de trabajo; por último, porque se niega a descubrir/denunciar
ante sus superiores jerárquicos y/o responsables de recursos humanos las
mentiras, engaños, manipulaciones y tergiversación de la información que el
psicópata realiza para perjudicar a terceras personas cuando aquellos le
requieren para hacerlo. Los monos voladores son personas que el
psicópata utiliza para obtener información de terceros, dañar la reputación de
otros compañeros, provocar enfrentamientos o dañar emocional o socialmente a sus
detractores con la finalidad de desestabilizar y destruir su reputación en la
empresa. Estos, a diferencia de los peones, cometen actos inmorales contra
terceras personas en nombre del psicópata.
·
Los detractores: Se trata de aquellas personas que critican
al psicópata y están en su contra. Dentro de este grupo encontramos tres subgrupos
de personas:
o
Los perspicaces: Son personas que detectaron desde el
comienzo al psicópata, tachándolo de "mala persona" o de "hijo/a
de puta".
o Los "tránsfugas" o "conversos": Personas que anteriormente fueron
seguidores del psicópata, pero que se dieron cuenta posteriormente de su
auténtica actitud y se posicionan decididamente en su contra.
o Policía organizativa: Subgrupo compuesto por auditores,
profesionales de recursos humanos, responsables de seguridad en el trabajo o
psicólogos que, por su formación y experiencia, detectaron el juego del
psicópata desde el principio. Por desgracia, normalmente su información no les
permite influir sobre la dirección para actuar en consecuencia con el
psicópata.
Bibliografía:
-Garrido Genovés, V. (2016). El psicópata. Un camaleón en la sociedad
actual. Valencia: Ed. CientoCuarenta
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