viernes, 4 de enero de 2019

¿CÓMO SE EXPRESAN LOS MECANISMOS DE DEFENSA EN LOS DIFERENTES TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD?


¿CÓMO SE EXPRESAN LOS MECANISMOS DE DEFENSA EN LOS DIFERENTES TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD?

José González
Psicólogo y terapeuta de orientación junguiana

Imagen obtenida de la Fundación para la Investigación en Psicoterapia y Personalidad (FUNDIPP)


 INTRODUCCIÓN

En el artículo que escribo hoy para Psicología Profunda y Espiritualidad me gustaría centrarme en un aspecto que no he visto recogido en los trabajos publicados sobre los trastornos de la personalidad: el grado de consciencia de las personas que padecen un trastorno de la personalidad, cuando se activan los diversos mecanismos de defensa o modos de afrontamiento frente a las situaciones que desbordan las capacidades del yo para adaptarse al entorno. Me centraré, sobre todo, en aquellos trastornos de la personalidad que forman parte del grupo B, "dramáticos o emocionales", es decir, histriónico (THP), límite (TLP), narcisista (TNP) y antisocial (TAS).

Con respecto a este último trastorno, el antisocial, considero que, si bien el DSM V lo asimila a la psicopatía, ambos trastornos no son idénticos. Entre el trastorno antisocial de la personalidad, el trastorno psicopático de la personalidad (psicopatía) y el trastorno sociopático de la personalidad (sociópata) se presentan similitudes, pero también diferencias que en este artículo solo me limito a señalar.

Si bien trato de revisar aquellos trabajos sobre los trastornos de la personalidad que son más relevantes para conocer las manifestaciones de los TP, los artículos que publico en Psicología profunda y Espiritualidad se basan fundamentalmente en la observación clínica y subclínica de personas que padecen algún trastorno de la personalidad del clúster B.

Tras repetidas observaciones he llegado a la conclusión de que existe una amplísima gama de "grises" dentro de los trastornos de la personalidad, en general, y entre los trastornos del grupo de los "dramáticos o emocionales", en particular. De hecho, como ya apuntaba en otro lugar, incluso en el marco de un único trastorno, como por ejemplo el TLP, hallamos múltiples diferencias entre las personas que los padecen. No todas las personas que padecen TLP presentan todos los síntomas del trastorno y, además, su toxicidad en las relaciones con otras personas va a depender de qué síntomas se hacen presentes y, sobre todo, de la intensidad con la que esos síntomas se expresan. Una persona con TLP con un grado de egocentrismo y falta de empatía muy acusado puede llegar a ser más difícil en el trato interpersonal incluso que una persona con TNP.


 EL DIAGNÓSTICO DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD CLÚSTER B O "EMOCIONALES O DRAMÁTICOS"

Hecha esta breve introducción me gustaría apuntar otra conclusión a la que he llegado tras múltiples observaciones clínicas de personas con algún trastorno de la personalidad del clúster B: debemos ser muy cuidadosos antes de emitir un diagnóstico de un modo apresurado. Para ello, me parece importante considerar lo siguiente:

1. Como es bien sabido, en todas las personas que formamos parte de la población encontramos al menos algún rasgo característico de alguno o algunos de los trastornos de la personalidad. De ahí la importancia de una aproximación dimensional al diagnóstico de estos trastornos. Por tanto, para diagnosticar a un paciente, o a una persona, de un trastorno de la personalidad se han de cumplir los siguientes requisitos:

a.Que la experiencia interior, su valoración e interpretación de la realidad y su conducta se aparten acusadamente de lo esperable en su cultura y, sobre todo, que este patrón sea duradero.
b. Que cumpla con los criterios diagnósticos del trastorno en cuestión. El trastorno de la personalidad no dura sólo en Navidad, ni lo presentan aquellas personas que nos caen mal, nuestra ex pareja a la que ahora odiamos y que "se portó muy mal con nosotros", por ejemplo. Una valoración bastante narcisista, por cierto.
c. Desde luego, nuestra ex-pareja podría padecer de un trastorno de la personalidad, efectivamente, o, también, tener ciertos rasgos característicos de algún trastorno de la personalidad (TP), y sin embargo no por ello padece dicho trastorno.
d. Ahora bien, para que esa persona o personas que nos caen mal padezcan de un TP ya debían presentar antes y durante el tiempo en que nos relacionamos con ella un patrón de pensamiento, de sentimiento o de relación con los otros inflexible, profundamente arraigado y renuente al control por parte de la voluntad consciente de quien lo padece. Siendo que, en muchos casos, las personas con dichos trastornos desconocen que los padecen.
e. Si bien no tienen porqué presentarse en todas aquellas personas con las que ustedes tienen o han tenido problemas cuando han interaccionado o se han relacionado con ellas, lo cierto es que si alguna persona lo padece, y si tienen la mala suerte de que además sea un pariente cercano, seguro que le harán desesperarse en más de una ocasión, y le harán enfadarse con toda seguridad.


  
MODOS DE ACCIONAR LOS MECANISMOS DE DEFENSA EN LOS DIFERETES TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

2. Las personas con TP del clúster B ponen en marcha toda una serie de mecanismos de defensa que le sirven para salvaguardar su débil identidad, su frágil yo, dado que el mundo lo experimentan como amenazante u hostil:

a. No resulta asombroso para el psicólogo comprobar que se utilizan las mismas estrategias defensivas en múltiples trastornos de la personalidad. A fin de cuentas, estos mecanismos forman parte del modo en que los humanos afrontamos aquellos acontecimientos que amenazan con la destrucción de nuestra identidad. Por lo tanto son adaptativos, y ayudan a salvaguardar nuestro yo cuando las circunstancias desbordan nuestras capacidades de asimilación de la experiencia. Por ejemplo, cuando se muere un ser querido, como un hijo; cuando nos informan de que padecemos un cáncer terminal; o bien, cuando sufrimos un accidente que nos incapacita de forma permanente para realizar las acciones diarias más básicas.

b. Ahora bien, se convierten en "patológicos" cuando se activan ante circunstancias que objetivamente no son traumáticas o peligrosas, y, sin embargo, las personas con TP las vivencian e interpretan como amenazantes.

3. A veces al terapeuta le desconcierta el modo en que dichos mecanismos de defensa son utilizados por las personas con los diversos trastornos. Lo que de hecho caracteriza y diferencia a unos de otros. Veamos a qué nos referimos con esta última afirmación:

a.Una persona que padezca un TLP pondrá en marcha toda una serie de mecanismos de defensa cuando se sienta insegura o amenazada. Lo que más inseguridad les provoca a estas personas, en su mayoría mujeres, es el abandono por parte de quienes les dan soporte, seguridad y/o estabilidad. Dichos mecanismos de defensa son, principalmente: disociación, proyección, identifica-ción proyectiva, negación, constelación de complejos o sub-personalidades en un episodio pseudo-psicótico. La activación de estos mecanismos sucede de un modo inconsciente o preconscien-te, es decir, bajo el umbral de la consciencia en las personas que padezcan un TLP.

b. Por su parte, la personalidad narcisista (TNP) utiliza los mismos mecanismos que una persona con TLP, pero el grado de consciencia es mayor. Algunas veces, la negación de sus acciones, la proyección y la disociación suceden de un modo inconsciente; otras, tienen lugar de un modo semi-consciente o preconsciente, y entonces observamos que la persona niega y manipula la realidad, pero este fenómeno sucede apoyado desde la consciencia después de que haya surgido de un modo inconsciente; por último, hay veces en que la escisión, la negación, la proyección, el pensamiento dicotómico y el absolutista se producen voluntariamente. Es entonces cuando podemos hablar de gasligthing, cold shoulder, love bombing y hoovering. Es decir, de maltrato y negación del mismo, de proyección de sus acciones y actitudes en la otra persona, de frialdad emocional, de acting out o "broncas y/o follones", seguidos de bombardeos amorosos; y, cuando una persona no-TP clúster B decide dejar una relación amorosa, por ejemplo, la persona con TP puede volver a poner en marcha mecanismos de seducción para recuperarla, cosa que a veces consiguen porque provocan una disonancia cognitiva (sentimiento de extrañeza, de sorpresa, y dificultad de conciliar conscientemente los maltratos recibidos con una repentina actitud seductora y amable) en la persona no-TP.

c. Finalmente, las personas con psicopatía son las más conscientes de lo que hacen, y lo hacen con la intención de controlar a las personas, de utilizarlas y de mantenerlas bajo su poder. Por lo tanto, los mecanismos de defensa son apoyados y realizados desde la consciencia, voluntaria e intencionalmente. Por supuesto, como dijimos al comienzo del artículo, no todos los psicópatas son plenamente conscientes de lo que hacen en todo momento. Pero cuanto más altos sean los diales de la psicopatía, cuanto más se aproximan a la psicopatía pura (las puntuaciones más altas en los test de personalidad psicopática), tanto más conscientes son de lo que hacen. Por ese motivo, preferimos llamar a estos modos de comportamiento defensivo en los psicópatas con los nombres que utiliza la literatura especializada: love bombing, gaslighting, cold shoulder y hoovering. En las personas narcisistas también nos referiremos a ellos cuando lo realicen conscientemente. Sin embargo, en aquellos casos en los que las personas los pongan en marcha de un modo inconsciente o preconsciente, hablaremos entonces de mecanismos de defensa o de afrontamiento y nos referiremos a ellos como escisión, negación, proyección, identificación proyectiva, episodio pseudo-psicótico, etc.