¿CÓMO SE EXPRESAN LOS MECANISMOS DE DEFENSA EN
LOS DIFERENTES TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD?
José González
Psicólogo y terapeuta de orientación junguiana
Imagen obtenida de la Fundación para la Investigación en Psicoterapia y Personalidad (FUNDIPP) |
En el artículo que escribo hoy para Psicología Profunda y Espiritualidad me gustaría centrarme en un aspecto
que no he visto recogido en los trabajos publicados sobre los trastornos de la
personalidad: el grado de consciencia de las personas que padecen un trastorno de la personalidad, cuando se activan los diversos mecanismos de defensa o modos de afrontamiento frente a las situaciones que desbordan las capacidades del yo para adaptarse al entorno. Me centraré, sobre todo, en aquellos trastornos de la
personalidad que forman parte del grupo B, "dramáticos o emocionales",
es decir, histriónico (THP), límite (TLP), narcisista (TNP) y antisocial (TAS).
Con respecto a este último trastorno, el antisocial, considero que,
si bien el DSM V lo asimila a la psicopatía, ambos trastornos no son idénticos.
Entre el trastorno antisocial de la
personalidad, el trastorno
psicopático de la personalidad (psicopatía) y el trastorno sociopático de la personalidad (sociópata) se presentan
similitudes, pero también diferencias que en este artículo solo me limito a
señalar.
Si bien trato de revisar aquellos trabajos sobre los trastornos
de la personalidad que son más relevantes para conocer las manifestaciones de
los TP, los artículos que publico en Psicología
profunda y Espiritualidad se basan fundamentalmente en la observación
clínica y subclínica de personas que padecen algún trastorno de la personalidad del clúster B.
Tras repetidas observaciones he llegado a la conclusión de que
existe una amplísima gama de "grises" dentro de los trastornos de la
personalidad, en general, y entre los trastornos del grupo de los "dramáticos
o emocionales", en particular. De hecho, como ya apuntaba en otro lugar,
incluso en el marco de un único trastorno, como por ejemplo el TLP, hallamos
múltiples diferencias entre las personas que los padecen. No todas las personas
que padecen TLP presentan todos los síntomas del trastorno y, además, su
toxicidad en las relaciones con otras personas va a depender de qué síntomas se
hacen presentes y, sobre todo, de la intensidad con la que esos síntomas se
expresan. Una persona con TLP con un grado de egocentrismo y falta de empatía
muy acusado puede llegar a ser más difícil en el trato interpersonal incluso
que una persona con TNP.
Hecha esta breve introducción me gustaría apuntar otra conclusión
a la que he llegado tras múltiples observaciones clínicas de personas con algún
trastorno de la personalidad del clúster B: debemos ser muy cuidadosos antes de emitir un diagnóstico de
un modo apresurado. Para ello, me parece importante considerar lo
siguiente:
1. Como es bien sabido, en todas las personas que formamos parte de
la población encontramos al menos algún rasgo característico de alguno o
algunos de los trastornos de la personalidad. De ahí la importancia de una
aproximación dimensional al diagnóstico de estos trastornos.
Por tanto, para diagnosticar a un paciente, o a una persona, de un trastorno de
la personalidad se han de cumplir los siguientes requisitos:
a.Que la experiencia interior, su valoración e interpretación de
la realidad y su conducta se aparten acusadamente de lo esperable en su cultura
y, sobre todo, que este patrón sea duradero.
b. Que cumpla con los criterios diagnósticos del trastorno en
cuestión. El trastorno de la personalidad no dura sólo en Navidad, ni lo
presentan aquellas personas que nos caen mal, nuestra ex pareja a la que ahora
odiamos y que "se portó muy mal con nosotros", por ejemplo. Una
valoración bastante narcisista, por cierto.
c. Desde luego, nuestra ex-pareja podría padecer de un trastorno de
la personalidad, efectivamente, o, también, tener ciertos rasgos característicos
de algún trastorno de la personalidad (TP), y sin embargo no por ello padece
dicho trastorno.
d. Ahora bien, para que esa persona o personas que nos caen mal padezcan
de un TP ya debían presentar antes y durante el tiempo en que nos relacionamos
con ella un patrón de pensamiento, de sentimiento o de relación con los otros
inflexible, profundamente arraigado y renuente al control por parte de la
voluntad consciente de quien lo padece. Siendo que, en muchos casos, las
personas con dichos trastornos desconocen que los padecen.
e. Si bien no tienen porqué presentarse en todas aquellas personas
con las que ustedes tienen o han tenido problemas cuando han interaccionado o
se han relacionado con ellas, lo cierto es que si alguna persona lo padece, y
si tienen la mala suerte de que además sea un pariente cercano, seguro que le
harán desesperarse en más de una ocasión, y le harán enfadarse con toda
seguridad.
MODOS DE
ACCIONAR LOS MECANISMOS DE DEFENSA EN LOS DIFERETES TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
2. Las personas con TP del clúster B ponen en marcha toda una serie
de mecanismos
de defensa que le sirven para salvaguardar su débil identidad, su
frágil yo, dado que el mundo lo experimentan como amenazante u hostil:
a. No resulta asombroso para el psicólogo comprobar que se utilizan
las mismas estrategias defensivas en múltiples trastornos de la personalidad. A
fin de cuentas, estos mecanismos forman parte del modo en que los humanos
afrontamos aquellos acontecimientos que amenazan con la destrucción de nuestra
identidad. Por lo tanto son adaptativos, y ayudan a salvaguardar nuestro yo
cuando las circunstancias desbordan nuestras capacidades de asimilación de la
experiencia. Por ejemplo, cuando se muere un ser querido, como un hijo; cuando
nos informan de que padecemos un cáncer terminal; o bien, cuando sufrimos un
accidente que nos incapacita de forma permanente para realizar las acciones
diarias más básicas.
b. Ahora bien, se convierten en "patológicos" cuando se
activan ante circunstancias que objetivamente no son traumáticas o peligrosas,
y, sin embargo, las personas con TP las vivencian e interpretan como amenazantes.
3. A veces al terapeuta le desconcierta el modo en que dichos
mecanismos de defensa son utilizados por las personas con los diversos
trastornos. Lo que de hecho caracteriza y diferencia a unos de otros. Veamos a
qué nos referimos con esta última afirmación:
a.Una persona que padezca un
TLP pondrá
en marcha toda una serie de mecanismos de defensa cuando se sienta insegura o
amenazada. Lo que más inseguridad les provoca a estas personas, en su mayoría
mujeres, es el abandono por parte de quienes les dan soporte, seguridad y/o
estabilidad. Dichos mecanismos de defensa son, principalmente: disociación,
proyección, identifica-ción proyectiva, negación, constelación de complejos o
sub-personalidades en un episodio pseudo-psicótico. La activación de estos
mecanismos sucede de un modo inconsciente o preconscien-te, es decir, bajo el
umbral de la consciencia en las personas que padezcan un TLP.
b. Por su parte, la
personalidad narcisista (TNP) utiliza los mismos mecanismos que una persona
con TLP, pero el grado de consciencia es mayor. Algunas veces, la negación de
sus acciones, la proyección y la disociación suceden de un modo inconsciente;
otras, tienen lugar de un modo semi-consciente o preconsciente, y entonces observamos
que la persona niega y manipula la realidad, pero este fenómeno sucede apoyado
desde la consciencia después de que haya surgido de un modo inconsciente; por
último, hay veces en que la escisión, la negación, la proyección, el pensamiento
dicotómico y el absolutista se producen voluntariamente. Es entonces cuando
podemos hablar de gasligthing, cold shoulder, love bombing y hoovering.
Es decir, de maltrato y negación del mismo, de proyección de sus acciones y
actitudes en la otra persona, de frialdad emocional, de acting out o "broncas y/o follones", seguidos de bombardeos
amorosos; y, cuando una persona no-TP clúster B decide dejar una relación amorosa,
por ejemplo, la persona con TP puede volver a poner en marcha mecanismos de seducción
para recuperarla, cosa que a veces consiguen porque provocan una disonancia cognitiva (sentimiento de extrañeza,
de sorpresa, y dificultad de conciliar conscientemente los maltratos recibidos
con una repentina actitud seductora y amable) en la persona no-TP.
c. Finalmente, las personas con
psicopatía son las más conscientes de lo que hacen, y lo hacen con la
intención de controlar a las personas, de utilizarlas y de mantenerlas bajo su
poder. Por lo tanto, los mecanismos de defensa son apoyados y realizados desde
la consciencia, voluntaria e intencionalmente. Por supuesto, como dijimos al
comienzo del artículo, no todos los psicópatas son plenamente conscientes de lo
que hacen en todo momento. Pero cuanto más altos sean los diales de la psicopatía,
cuanto más se aproximan a la psicopatía pura (las puntuaciones más altas en los
test de personalidad psicopática), tanto más conscientes son de lo que hacen.
Por ese motivo, preferimos llamar a estos modos
de comportamiento defensivo en los psicópatas con los nombres que utiliza
la literatura especializada: love bombing,
gaslighting, cold shoulder y hoovering.
En las personas narcisistas también nos referiremos a ellos cuando lo realicen
conscientemente. Sin embargo, en aquellos casos en los que las personas los
pongan en marcha de un modo inconsciente o preconsciente, hablaremos entonces
de mecanismos de defensa o de
afrontamiento y nos referiremos a ellos como escisión, negación, proyección, identificación proyectiva, episodio
pseudo-psicótico, etc.
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