Tras la celebración de las elecciones comunitarias y municipales ayer, día 22/05/2011, se ha conocido la “victoria” por abrumadora mayoría, del Partido Popular, en casi todo el territorio español. Además de este dato, que en sí mismo no nos dice nada nuevo, que no esperáramos, lo que sí me gustaría resaltar es la importancia adquirida, en el País Vasco, de la fuerza política Bildú, tan vilipendiada por unos y otros, como sospechosa de pertenecer a la banda terrorista ETA. Y señalo que eso es interesante porque, desde un punto de vista psicológico, es una señal de un movimiento compensatorio frente al proceso de masificación que amenaza con aniquilar al individuo, y, con ello, la verdadera libertad y los valores éticos y morales. Pues sólo gracias al Individuo, real-izado, puede surgir la auténtica cultura, la genuina libertad y el resurgimiento de los valores espirituales-morales. Nunca provendrán estos de la masa, la cual se asemeja a una bestia de indomeñable salvajez.
Y es que, ciertamente, convenimos con José Luis Sampedro, en su última entrevista, que la civilización occidental se encuentra en un período de ocaso, que lo asemeja al estado en que quedó sumida la civilización occidental tras la caída del Imperio Romano y, aún antes, en la época en que se originó el cristianismo, que surgió, como se sabe, en un periodo histórico caracterizado por la barbarie. Mas el ser humano, a pesar de que, últimamente, se aboga por la memoria histórica, parece olvidar que la Historia de la Humanidad es cíclica y que, en lo profundo, no dejan de repetirse los mismos patrones arquetípicos, una y otra vez. Los ropajes con los que estos se envisten cambian, por supuesto, así como el estado de la consciencia del ser humano. Ahora bien, si consideramos los años transcurridos desde los orígenes del cristianismo, y la evolución moral de la humanidad, ésta no parece haber avanzado un ápice, a la luz de los acontecimientos ocurridos durante el último siglo. Por no mencionar lo sucedido durante el, aún incipiente, siglo XXI.
La naciente revuelta española, alimentada desde la capital de la Revolución Francesa , por el filósofo Sthépane Hesse, miembro de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, y auspiciada por el mentado economista y escritor José Luis Sampedro, nos muestra, nuevamente, una emergencia desde la sombra colectiva, como movimiento compensatorio del fenómeno de globalización-masificación, al que apuntábamos unas líneas más arriba, de la necesidad de revalorizar al Individuo. Un movimiento que, en realidad, ha tenido sus manifestaciones mucho antes, en los levantamientos ocurridos en varios países de Oriente Medio. Ah! Y sin olvidar lo sucedido el 11 S, o el 11 M, puesto que el terrorismo es, desde luego, la reacción más palmaria, desde lo inconsciente, de ese ahogamiento del individuo al que conduce el proceso de normalización u homogeneización característico del way of life occidental, tal y como ya lo expuse en mi libro El retorno al Paraíso Perdido.
Pero el ser humano se fortalece, se autorrealiza, se convierte en Individuo alejándose de las masas, diferenciándose de ellas. Siguiendo un camino de auto-reflexión, de auto-conocimiento y de auto-exploración profundas. Nunca adhiriéndose a grupos, a masas en definitiva, para seguir los principios del Iluminati de turno, por muy bienintencionado que éste sea. Ya en mi último libro, titulado la Hermandad de los Iniciados, me he referido, precisamente, a este fenómeno. Y en este ensayo novelado apuntaba la importancia de seguir el Camino individual, el Tao, aquél que conduce al Sí-Mismo verdadero. Un camino que es, las más de las veces, por momentos tortuoso y solitario, y en el que, al mismo tiempo, el individuo va descubriendo su vinculación profunda con el resto de la Humanidad y, en última instancia, con el Universo.
Por consiguiente, aquellos que aboguen por los valores morales, por la revalorización del alma, por la revalorización del individuo, como pensador independiente, como hombre libre, etc., más les valdría comenzar esta Obra consigo mismos, y no adherirse a un grupo, en el que proyectar los potenciales que sólo en el contacto profundo con su interioridad podrían encontrar, y desplegar.
Finalizo esta entrada con el siguiente vídeo, sobre el antropólogo y chamán Carlos Castaneda, en el que se alude y explica esta misma idea. ¡Que lo disfruten!
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