miércoles, 31 de diciembre de 2025

Dinámicas de Conflicto y Estrategias de Devaluación Social en Trastornos de la Personalidad del Clúster B: Una Revisión de la Literatura

 Dinámicas de Conflicto y Estrategias de Devaluación Social en Trastornos de la Personalidad del Clúster B: Una Revisión de la Literatura


Autor: José Delgado González.


Resumen / Abstract

Resumen

Los trastornos de la personalidad del Clúster B (narcisista, antisocial, límite e histriónico) se caracterizan por una marcada desregulación emocional y una gestión disfuncional de los vínculos interpersonales. La presente revisión analiza los mecanismos de defensa activados tras la disolución de la relación de pareja, identificando la "herida narcisista" como el principal catalizador de campañas de difamación y devaluación social. Se examina cómo el uso de narrativas de victimismo y la instrumentalización de discursos de justicia social sirven para proteger una autoimagen inflada y ejercer control coercitivo post-ruptura. La literatura sugiere que estas tácticas buscan la aniquilación reputacional del otro para externalizar la culpa y preservar el estatus social del sujeto patológico.

Abstract

Cluster B personality disorders (narcissistic, antisocial, borderline, and histrionic) are characterized by significant emotional dysregulation and dysfunctional interpersonal relationship management. This review examines the defense mechanisms triggered following the dissolution of romantic partnerships, identifying "narcissistic injury" as the primary catalyst for smear campaigns and social devaluation. It explores how the use of victimhood narratives and the instrumentalization of social justice discourses serve to protect an inflated self-image and exercise post-breakup coercive control. The literature suggests that these tactics aim for the reputational annihilation of the other to externalize guilt and preserve the pathological subject's social status.

Palabras Clave / Keywords: Clúster B, Trastorno de la Personalidad Narcisista, Devaluación Social, Campañas de Difamación, Herida Narcisista, Gestión Reputacional, Victimismo Instrumental.

1. El Ciclo de la Relación: Del Objeto de Suministro al Objeto de Persecución

En las personalidades del Clúster B, el otro no es reconocido como un sujeto autónomo, sino como un objeto de suministro narcisista (Miller et al., 2017). El ciclo se rige por procesos de escisión (splitting):

 * Fase de Idealización: El sujeto proyecta sus ideales en la pareja, elevándola a un estatus de perfección. Si la pareja posee atributos valorados (éxito, belleza, liderazgo), el individuo del Clúster B se apropia de ese prestigio.

 * Fase de Devaluación: Ante la más mínima señal de autonomía, establecimiento de límites o pérdida de utilidad de la pareja, el individuo experimenta una disonancia cognitiva. Para resolverla, debe degradar al otro para justificar su propio desprecio o falta de compromiso.

 * El Descarte y la Inversión: El fin de la relación suele ir acompañado de un "descarte" cruel si el narcisista encuentra un nuevo suministro, o de una persecución si es él quien se siente abandonado.

2. La Herida Narcisista y el Colapso de la Autoimagen

La Herida Narcisista ocurre cuando el "yo idealizado" es confrontado con la realidad del rechazo o el fracaso. Sturman (2011) postula que estas personalidades carecen de la capacidad de procesar la culpa o el remordimiento de manera saludable.

Para evitar el colapso del ego, el individuo recurre a la Proyección Paranoide: todos los rasgos negativos propios y las acciones cometidas se atribuyen a la expareja. En este punto, la supervivencia psíquica del narcisista depende de que el mundo crea que la expareja es la única responsable del fracaso relacional.

3. Tácticas de Devaluación Social y Desprestigio

El desprestigio social en estos perfiles es una maniobra deliberada para salvaguardar el prestigio social (Day et al., 2020). Las estrategias identificadas incluyen:

3.1. Victimismo Estratégico e Instrumentalización Ideológica

El uso de marcos políticos y sociales modernos (como el feminismo de tercera ola o la defensa de los derechos humanos) actúa como un escudo de impunidad.

 * Mecanismo: El individuo utiliza etiquetas de "abuso", "perversión" o "machismo" para patologizar comportamientos normales o el simple cese del afecto por parte del otro.

 * Efecto: Al presentarse como una víctima de un "sistema" o de un "perverso", el narcisista invalida cualquier defensa de la expareja, ya que cuestionar a la "víctima" se vuelve socialmente tabú.

3.2. Campañas de Difamación (Smear Campaigns)

Buscan la muerte civil de la víctima. El narcisista difunde información sesgada o falsa entre amigos, familiares y entornos profesionales. El objetivo es que la víctima pierda su red de apoyo, facilitando que el narcisista retenga el control de la narrativa social.

3.3. Triangulación y "Flying Monkeys"

El individuo recluta a terceros para que validen su versión. Estos "monos voladores" suelen ser personas manipuladas que creen estar defendiendo a una víctima vulnerable, cuando en realidad están participando en un acoso vicario contra la verdadera víctima.

4. Diferenciación Diagnóstica y Análisis del Comportamiento Post-Ruptura

El comportamiento de devaluación y desprestigio social no se manifiesta de manera uniforme en todos los trastornos del Clúster B. Aunque el objetivo final suele ser la preservación del "yo" y la externalización de la culpa, la motivación subyacente y la ejecución táctica varían significativamente según la patología específica del individuo.

4.1. Perfil Narcisista: La Restauración del Prestigio

En el Trastorno de la Personalidad Narcisista (TPN), la devaluación social es una respuesta directa a la denominada herida narcisista. Cuando la expareja deja de cumplir su función de suministro o expone involuntariamente las vulnerabilidades del sujeto, este debe destruir la credibilidad del otro para salvaguardar su propia imagen pública de perfección.

 * Motivación Primaria: Se centra en la restauración del prestigio social y la superioridad moral. El individuo necesita ser percibido como el "ganador" o la "parte noble" de la ruptura.

 * Mecánica de Ataque: Utiliza la difamación proactiva y estructurada. Estos sujetos suelen ser los primeros en difundir su versión de los hechos en círculos comunes, buscando condicionar la percepción del entorno antes de que la víctima tenga oportunidad de narrar su experiencia.

 * Alcance del Daño: El impacto es principalmente reputacional y social, buscando el aislamiento de la expareja mediante la triangulación con amigos y familiares.

4.2. Perfil Antisocial y Psicopático: El Control Utilitario

A diferencia del narcisista, el individuo con rasgos antisociales (TPA) o psicopáticos no busca necesariamente la validación emocional, sino el dominio y la impunidad. El desprestigio no es una reacción emocional, sino una herramienta de cálculo.

 * Motivación Primaria: Se orienta hacia el control, la venganza o la obtención de beneficios tangibles, como recursos económicos o ventajas en procesos de custodia.

 * Mecánica de Ataque: Emplea la manipulación legal y el fraude reputacional. Poseen una alta capacidad para simular victimismo extremo con gran frialdad, logrando engañar a figuras de autoridad y profesionales judiciales mediante la técnica DARVO (Negar, Atacar e Invertir Víctima y Agresor).

 * Alcance del Daño: El impacto trasciende lo social, proyectándose hacia la esfera legal y material, buscando la destrucción total de la autonomía de la víctima.

4.3. Perfil Límite: La Escisión y el Castigo Emocional

En el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), la devaluación social nace de los procesos de escisión o pensamiento dicotómico. La expareja pasa de ser un objeto idealizado a ser percibida como un perseguidor malévolo debido al miedo atroz al abandono o al rechazo.

 * Motivación Primaria: Se basa en la regulación de la ira interna y la necesidad de castigar al otro por el dolor que el sujeto experimenta tras la ruptura.

 * Mecánica de Ataque: Se caracteriza por acusaciones impulsivas, crisis públicas y una narrativa de victimismo altamente cargada de afectividad. Aunque es menos planificada que la narcisista, su intensidad emocional puede resultar sumamente convincente para terceros.

 * Alcance del Daño: El impacto es interpersonal y emocional, generando un entorno de alta volatilidad que suele agotar las redes de apoyo de ambas partes.

4.4. La Paradoja del Victimismo Instrumental

Un hallazgo crítico en la literatura contemporánea es la tendencia de estos perfiles a cooptar lenguajes de justicia social. Al adoptar el rol de "víctima de un sistema" o "víctima de un perverso", el individuo del Clúster B logra que cualquier intento de defensa por parte de la expareja sea interpretado por la sociedad como una confirmación del abuso o del carácter "acosador" del otro. Esta inversión de la realidad es la culminación de la devaluación social, donde la verdad fáctica queda supeditada a la narrativa emocional y estratégica del agresor.

Conclusiones

La revisión de la literatura confirma que el intento de desprestigio social en individuos del Clúster B no es una reacción emocional azarosa, sino una estrategia funcional de externalización de la culpa. La necesidad de mantener una autoimagen inflada obliga al sujeto a destruir la credibilidad de quien conoce su verdadera identidad. En la era actual, la instrumentalización de causas sociales justas ofrece un canal de alta eficacia para que estas personalidades ejecuten sus campañas de devaluación con una mínima resistencia social.

5. El Impacto en la Víctima: El Síndrome de Abuso Narcisista (SAN)

La literatura clínica reciente ha comenzado a tipificar las secuelas específicas en individuos expuestos a campañas de devaluación y difamación por personalidades del Clúster B. Aunque no es un diagnóstico oficial en el DSM-5, se reconoce como una forma de Estrés Postraumático Complejo (CPTSD).

5.1. Disonancia Cognitiva y Trauma de Traición

La víctima suele quedar atrapada en una contradicción mental: la persona que decía amarla (fase de idealización) es ahora quien intenta destruir su vida (fase de devaluación). Este "trauma de traición" genera una parálisis emocional que el narcisista aprovecha para ganar ventaja en la narrativa social.

5.2. El Efecto de la Iluminación de Gas Colectiva (Social Gaslighting)

Cuando la campaña de desprestigio tiene éxito, la víctima experimenta una pérdida de su realidad objetiva. Al ver que su entorno social (amigos, familia, colegas) cree la versión del agresor, la víctima empieza a dudar de su propia cordura, lo que refuerza la narrativa del narcisista sobre la "inestabilidad" de la expareja.

6. Manipulación Institucional y "Darvo"

En conflictos de alto perfil o procesos judiciales, los sujetos del Clúster B suelen emplear la técnica DARVO (acrónimo en inglés de Deny, Attack, and Reverse Victim and Offender), descrita por la Dra. Jennifer Freyd:

 * Deny (Negar): El agresor niega cualquier mala conducta.

 * Attack (Atacar): Ataca la credibilidad de quien le confronta.

 * Reverse Victim and Offender (Invertir Víctima y Agresor): El agresor se posiciona como la verdadera víctima de un sistema o de un individuo "acosador", "machista" o "inestable".

Esta técnica es especialmente eficaz cuando se combina con la instrumentalización de la ley, donde se utilizan denuncias preventivas para silenciar la versión de la víctima real.

7. Dinámicas de Género e Ideología como Catalizadores

Un aspecto relevante en la sociología clínica contemporánea es cómo las expectativas de género y las corrientes ideológicas (como el feminismo de tercera ola mencionado en la premisa) son cooptadas por perfiles psicopáticos o narcisistas.

 * El "Sesgo de la Víctima": Socialmente, existe una tendencia a validar la narrativa de quien se autoproclama víctima primero. Las personalidades del Clúster B, expertas en la gestión de la impresión, utilizan este sesgo para movilizar al grupo social en contra de su objetivo.

 * La Deshumanización del "Otro": Al etiquetar a la expareja con términos cargados políticamente (ej. "narcisista perverso", "opresor", "maltratador"), se elimina la necesidad de presentar pruebas fácticas, ya que el estigma de la etiqueta es suficiente para la condena social.

Conclusiones Finales

El comportamiento descrito en la observación inicial no es un evento aislado, sino una manifestación externa de patologías de la personalidad que priorizan la supervivencia de la imagen pública sobre la integridad ética. El uso del desprestigio social y la victimización instrumental permite al individuo del Clúster B:

 * Evitar el dolor de la autorreflexión.

 * Mantener el control sobre la víctima incluso después de la ruptura.

 * Reafirmar su estatus dentro de su grupo de referencia (ej. círculos activistas o sociales).

La comprensión de estos mecanismos es vital para que tanto los profesionales de la salud mental como el sistema judicial puedan distinguir entre un conflicto de pareja legítimo y una campaña de aniquilación orquestada por una personalidad patológica.

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