Aunque con más de una semana de retraso, quería reseñar la importancia de la noticia de la publicación en lengua inglesa y alemana de la Magna Obra de Carl Gustav Jung, EL LIBRO ROJO.
En su autobiografía, Recuerdos, sueños, pensamientos, justo antes de los Siete Sermones a los muertos, aparece un fragmento que, según se nos cuenta, está entresacado de las últimas aportaciones de Jung a su Libro Rojo, realizadas tardíamente en 1959, y que consistieron mayormente en una ampliación de las conversaciones originales con Elías, Salomé y la serpiente. El texto dice así:
"1959. He trabajado en este libro durante 16 años. El conocimiento de la alquimia en 1930 me sacó de este trabajo. El comienzo del fin llegó en 1928 cuando Wilhelm me envió el texto de las Goldenen Blüte, de este tratado de alquimia. Entonces el contenido del libro halló el camino a la realidad. No podía ya trabajar en ello. Al observador superficial le parecerá una locura. Así hubiera sido si no hubiera podido captar la imponente fuerza de los acontecimientos originales. Supe siempre que todo acontecimiento encierra algo valioso y por ello no encontré nada mejor que exponerlos en un libro «valioso», es decir, caro y en las imágenes revividas al pintarlas. Sé lo inadecuado que era esta empresa, pero pese al mucho trabajo y distracción me siento fiel a ello..."
No puedo dejar de mencionar la serie de fenómenos de sincronicidad que tuvieron lugar poco antes de conocer la noticia, el mismo día en que mi querido amigo Raúl Ortega lo publicó en su blog, el 13 de octubre; yo andaba dilucidando el significado del mandala masculino, un mandala DUPLEX, manifestado en las figuras de la Rubia y la Morena, la Virgen y la Ramera, y la posibilidad de Unificar ambos contrarios. Al mismo tiempo, fui rememorando mi experiencia de iniciación, con toda una serie de imágenes, poesías, textos de tipo alquímico y gnóstico, etc. (y que en parte reproduje en mi libro El Retorno al paraiso perdido) , al hilo de la constelación de varios arquetipos en el seno de mi Universo Interior; y, en ese estado de cosas, me entero de la edición del libro Rojo de Jung. En fin, no pude menos que pedir a mi novia, fíjense en este dato, que me encargara un ejemplar en lengua inglesa a través de Amazon.com
En su autobiografía, Recuerdos, sueños, pensamientos, justo antes de los Siete Sermones a los muertos, aparece un fragmento que, según se nos cuenta, está entresacado de las últimas aportaciones de Jung a su Libro Rojo, realizadas tardíamente en 1959, y que consistieron mayormente en una ampliación de las conversaciones originales con Elías, Salomé y la serpiente. El texto dice así:
"1959. He trabajado en este libro durante 16 años. El conocimiento de la alquimia en 1930 me sacó de este trabajo. El comienzo del fin llegó en 1928 cuando Wilhelm me envió el texto de las Goldenen Blüte, de este tratado de alquimia. Entonces el contenido del libro halló el camino a la realidad. No podía ya trabajar en ello. Al observador superficial le parecerá una locura. Así hubiera sido si no hubiera podido captar la imponente fuerza de los acontecimientos originales. Supe siempre que todo acontecimiento encierra algo valioso y por ello no encontré nada mejor que exponerlos en un libro «valioso», es decir, caro y en las imágenes revividas al pintarlas. Sé lo inadecuado que era esta empresa, pero pese al mucho trabajo y distracción me siento fiel a ello..."
No puedo dejar de mencionar la serie de fenómenos de sincronicidad que tuvieron lugar poco antes de conocer la noticia, el mismo día en que mi querido amigo Raúl Ortega lo publicó en su blog, el 13 de octubre; yo andaba dilucidando el significado del mandala masculino, un mandala DUPLEX, manifestado en las figuras de la Rubia y la Morena, la Virgen y la Ramera, y la posibilidad de Unificar ambos contrarios. Al mismo tiempo, fui rememorando mi experiencia de iniciación, con toda una serie de imágenes, poesías, textos de tipo alquímico y gnóstico, etc. (y que en parte reproduje en mi libro El Retorno al paraiso perdido) , al hilo de la constelación de varios arquetipos en el seno de mi Universo Interior; y, en ese estado de cosas, me entero de la edición del libro Rojo de Jung. En fin, no pude menos que pedir a mi novia, fíjense en este dato, que me encargara un ejemplar en lengua inglesa a través de Amazon.com
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